Una tarde de verano, quede con mi amigo Tomas, para conocer algunos valles pasiegos y fotografiar sus cabañas. Allá nos fuimos por la ruta de Vega los Vados, La Sota, El Rosario, Pandillo etc. Los paisajes eran maravillosos; nada que envidiar a los que vemos en algunos documentales, no así el estado de las cabañas.
Poco más o menos así fue parte de nuestra charla:
¡Que lastima de cabañas¡ casi todas están abandonadas, y la mayor parte de ellas en estado ruinoso.
Claro: las vacas ya no son rentables. Se murió el «Viejo», y los hijos no quieren saber «na» de este tipo de vida.
¿Pero es que no hay nadie que las compre y arregle?
Que va yo tengo una veintena de ellas, unas mías y otras que «man dejao pa vendelas, pero «na», no hay na que hacer: por una parte la situación económica, y por otra la pila trabas que te ponen pa repararlas.
Seguimos viendo cabañas, algunas de ellas ya amenazaban ruina, y otras estaban sin tejado.
Así que se caerán «toas»
Mira ves aquellas dos de allá? Me dijo señalando con el dedo.
No veo nada.
Si obre en aquel prao.
Veo solamente dos montones de piedras.
Pue eso, eso es lo que queda, y por poco tiempo, pue se están llevando la piedra pa hacer paredes
¡Que lastima! y todo por una política absurda. Yo estoy de acuerdo en no permitir reconstruirlas sin seguir unas normas que respeten la tipología. Nada de colorines, balcones y ventanas de PVC. Canalones de cobre, grandes ventanales, etc, etc.. pero de ahí a no permitir modificar nada, va un largo trecho, que como resultado esta dando la ruina de nuestro patrimonio cultural.
CABAÑA PASIEGA
La cabaña pasiega es una vivienda típica de Cantabria. Estas construccionesincluían la vivienda de los ganaderos como el espacio dedicado a los animales. Por ello es propia de las zonas montañosas de Cantabria; sobre todo, de las cuencas altas de los valles de Asón y del Pas.
Su origen, se remonta al siglo XVI. A día de hoy aún quedan muchas en pie, algunas en mejores condiciones que otras. Pocas son las que sirven de vivienda a los ganaderos y buena parte de ellas han sido reconvertidas en casas rurales, lo que hace las delicias de quienes visitan los valles de la región, que pueden vivir en los mismos edificios que lo hacían los antiguos cántabros, aunque ahora con todo tipo de facilidades y en plena naturaleza.
Normalmente suelen ser edificios de una nave, divididas en dos plantas, con apoyo en los muros perimetrales y en uno o dos pilares que sustentan la divisoria de aguas de la cubierta. Se construyen en mampuesto de buen tamaño, con roca caliza del lugar, con cubiertas de lastras pizarrosas. El acceso a la planta baja, usada como cuadra para animales, se realiza directamente desde el nivel de campo, mediante una puerta con dintel de madera para evitar que el ganado pueda escaparse.
La planta superior es la que usa como vivienda. Hay ganaderos que prefieren habitar otro edificio cercano, por lo que este espacio lo ocupan como almacén. Para acceder a el suele hacerse a través de una escalera de peldaños de losa. En ocasiones, cuando la cabaña se encuentra en fuerte desnivel en un valle al edificio se le crea un acceso desde un lateral situado en la cota alta.
Una de sus características es que los huecos en los muros son escasos y de reducido tamaño, como defensa contra el frío. Aunque ahora se usan todo el año como establecimiento turístico lo habitual es que estas cabañas sólo fueran habitadas en la temporada de verano,ya que los pasiegos se trasladaban a la zona alta de las montañas con sus animales y familia aprovechando el buen tiempo. En invierno lo habitual era que permaneciesen en las zonas más bajas, donde gozaban de un clima mucho más suave y cálido.
Galería Fotográfica
Bibliografía y Fotografía
- Fotografías de Genito Alonso, colección particular
Me gusta mucho el articulo, estoy totalmente de acuerdo contigo.
Creo que las fotos son expectaculares, mi enhorabuena al fotógrafo